Durante 2021 y 2022, la provincia de Chiloé ha sido protagonista de un proceso de gestión e implementación de equipamiento para la reducción de Residuos Sólidos Domiciliarios (RSD). con el objetivo de apoyar las diferentes soluciones a la crisis sanitaria del archipiélago además de fortalecer la economía circular del territorio.
Máquinas diseñadas para triturar tapas plásticas; puntos verdes estáticos y móviles donde depositar aluminios, plásticos, eco-ladrillos, distintos tipos de papeles, cartón de bebidas y metales; cientos de kits de compostaje y vermicompostaje, son algunos de los ejemplos de equipamiento que el Proyecto Luxemburgo-Chiloé ha adquirido y gestionado en conjunto con las municipalidades de la provincia para disminuir la cantidad de residuos sólidos domiciliarios que van a disposición final en el archipiélago.
En el año 2019 y luego de la crisis sanitaria de la provincia de Chiloé, la comunidad chilota junto con las autoridades locales, regionales y nacionales comenzaron a buscar una forma de abordar la prevención y gestión de los residuos sólidos domiciliarios. Es en este contexto, que surge el proyecto Luxemburgo-Chiloé, el cual durante dos años se ha centrado en generar instancias de articulación y entregar equipamiento para la gestión de residuos sólidos domiciliarios.
“Durante 2021 y 2022, el proyecto ha invertido aproximadamente 382 millones de pesos. Esperamos finalizar el 2022, con una inversión estimada en equipamiento municipal de 178 millones de pesos, la cual está siendo trabajada de forma coordinada con cada municipio de la provincia, buscando dar respuesta a las necesidades o programas de desarrollo local”, explica la Seremi de Medio Ambiente, Carola Iturriaga.
Durante estos dos años, el Programa Luxemburgo-Chiloé ha entregado 17 puntos verdes (5 de ellos móviles), contenedores para residuos y maquinarias municipales para la valorización de residuos sólidos domiciliarios (RSD).
En equipamiento municipal y comunitario para procesar RSD Orgánicos, se realizaron entregas de 573 composteras y 246 vermicomposteras. Todos los equipamientos entregados fueron acompañados de capacitación a quienes lo utilizan, buscando asegurar una capacidad instalada de operación.
Nuevo equipamiento operando para el verano 2023
Cabe destacar que, durante diciembre de 2022, el Proyecto Luxemburgo-Chiloé junto con algunas municipalidades de la provincia celebraron el final del proceso de adquisición de equipamiento junto a la comunidad. Es el caso del Punto Limpio de Ancud, un gran punto limpio, que recepcionará 10 tipos de materiales (aluminios, plásticos, ecoladrillos, distintos tipos de papeles, metales, entre otros), ubicado en el sector de Pudeto Bajo de la comuna.
Por su parte, la comuna de Castro planea seguir fortaleciendo la economía circular de su comuna adquiriendo no solo un punto verde móvil sino también otro tipo de equipamiento: “La idea de este punto verde móvil es ir rotándolo por diferentes sectores urbanos y rurales de la comuna incluyendo los sectores insulares la isla de Quehui y Chelin. Además, incorporaremos una batea de vidrio exclusiva para la recolección diferenciada de vidrio”, afirmó Danilo Linz, encargado municipal de la Oficina de Medio Ambiente en Castro.
Asimismo, Dalcahue, Quellón y Castro recibieron también, un punto verde móvil que recorrerá las calles de estas comunas buscando fomentar el reciclaje en la población chilota y en los veraneantes.
Así lo comentó Alex Gómez Aguilar, alcalde de Dalcahue: «Al recorrer estas ferias y festivales con este Punto Verde Móvil buscamos reducir residuos y educar a las personas a ser responsable de nuestros residuos», indicó el edil. Cabe destacar que, durante 2022, Dalcahue ha doblado su meta en reciclaje, así como el número de puntos verdes administrados.
Con todo, la adquisición de equipamiento no es un proceso exento de desafíos. Para que un equipamiento como por ejemplo una máquina chipeadora sea de beneficio para la comunidad chilota tiene que cruzar grandes distancias y el proyecto realizar varias gestiones: “La adquisición de los equipamientos es un trabajo técnico y administrativo importante. Es un proceso que parte con la ficha de solicitud de equipamiento por parte de las municipalidades, continua con nuestro asesoramiento técnico al respecto y luego, la concreción de las compras”, explica María Inés Ramírez, encargada y asesora de equipamiento del Proyecto Luxemburgo-Chiloé.
Y agrega que el equipamiento también está beneficiando a emprendedores que forman parte de circuito de economía circular de la provincia y se ajustan a las necesidades de cada comuna: “En algunas comunas, como Quellón, por ejemplo, se está gestionando equipamiento para quienes están emprendiendo en proyecto tanto para residuos orgánicos como inorgánicos. Esto con el fin de apoyar con nuevos círculos de economía local”.
Este equipamiento fue recibido con entusiasmo por la municipalidad y comunidad. “Este aporte de equipamientos para Chiloé es un esfuerzo colectivo entre el proyecto, los municipios y la comunidad. Demuestra el valor de las alianzas, el cual se traduce en beneficios a las personas y al medio ambiente. La cooperación y apoyo mutuo son fundamentales para seguir avanzando en sustentabilidad. Esto último, debe ser siempre con una mirada territorial, ya que las soluciones tecnológicas responden a las necesidades de las personas que habitan el archipiélago de Chiloé», agrega Paloma Toranzos, Jefa de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD Chile). Cabe destacar que el PNUD ejecuta el proyecto Luxemburgo-Chiloé en conjunto con el Ministerio de Medio Ambiente, y con el financiamiento del Gran Ducado de Luxemburgo.
“En lo que respecta a equipamiento, como Proyecto Luxemburgo-Chiloé hemos aportado con gestión y otras soluciones que tienen que ver con el cierre del círculo de la economía circular. Esa es la gracia del proceso. En lugar de entregar solo un tipo de equipamiento a todas las comunas, se ha buscado entregar soluciones adecuadas según los requerimientos y necesidades de cada comuna. Esto va en concordancia con el objetivo más global de la Estrategia Chiloé Reduce y del Proyecto Luxemburgo-Chiloé que es generar una menor disposición de residuos sólidos domiciliarios en los vertederos municipales”, finaliza Ramírez.