Esta nueva instancia de capacitación se realizará entre el 25 de julio y el 12 de agosto, y está orientada a estudiantes de más de 16 años de los colegios de la provincia, sumándose a los talleres abiertos a la comunidad que se iniciaron en mayo.
En el marco de la estrategia Chiloé Reduce, el proyecto Luxemburgo-Chiloé llevará los talleres educativos sobre prevención y gestión de residuos domiciliarios a los colegios de la provincia, para que estudiantes de más de 16 años puedan participar.
Para la coordinadora del equipo de talleristas, Tamara Puchi, esta será una instancia para aprender sobre cómo disminuir y gestionar adecuadamente los residuos domiciliarios, donde los jóvenes pueden desempeñar un rol clave en sus familias motivándolas a tener hábitos más responsables con el medio ambiente. “El futuro está en las manos de cada persona, por lo que generar conciencia sobre nuestras acciones de consumo y cómo nos relacionamos con la naturaleza es urgente”, comentó.
Este ciclo escolar se realizará entre el 25 de julio y el 12 de agosto, sumándose a los talleres abiertos a la comunidad que se iniciaron en mayo. Cabe destacar que hasta el momento se han ejecutado 33 talleres a los que han asistido 267 personas, de las cuales un 67 por ciento son mujeres. Entre los participantes hay miembros de comunidades indígenas, clubes de adulto mayor, de los comités ambientales comunales, agrupaciones de artesanas, comerciantes y emprendedores, docentes y funcionarios municipales, entre otros.
Durante estos meses, el equipo de talleristas se ha desplegado en las diez comunas del Archipiélago, con la tarea de concientizar, sumar voluntades y aplicar lo aprendido a nivel individual y comunitario. Ello involucra a muchos actores, y en estos talleres se revisan herramientas que contribuirán a generar cambios significativos. En el primero, se aborda la prevención y gestión de residuos inspirada en la naturaleza; en el segundo, la gestión integral de residuos; y, en el tercero, la institucionalidad ambiental, y el rol ciudadano en la gestión y prevención de residuos. Cada uno tiene una duración de dos horas, en que se desarrollan diversas actividades para acercar los aprendizajes a la realidad local, compartiendo experiencias enriquecedoras junto a las comunidades, en espacios lúdicos y participativos, escuchando y conociendo las prácticas de reciclaje y ambientales que realizan.
“Hemos enfatizado la urgencia de gestionar nuestros residuos, a través de la entrega de conocimiento técnico, respecto a la normativa ambiental vigente en la materia. Pero también sobre el fomento de costumbres locales alineadas con la economía circular, donde hay mucho que revitalizar en cuanto a las soluciones que habían antes de la llegada de los plásticos para la comercialización de productos, lo que es un claro ejemplo de cómo se puede avanzar en la disminución de los residuos domiciliarios”, destacó Puchi.
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